Piedra, papel, tijera o Bucaram
Foto:
Agencia EFE / Diario El Universo (https://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/expresidente-bucaram-fue-detenido-por-caso-de-delincuencia-organizada-528468)
La estrategia
política del Gobierno parece basarse en tres palabras: Jan-Ken-Pón. El tradicional juego japonés del siglo XVII y que ha
llegado hasta la actualidad bajo el nombre de Piedra, papel o tijera (a la que el personaje Sheldon Cooper agrega
Lagarto y Spock en la serie The Bing Bang Theory), describe sin
habérselo propuesto la estrategia política que emplea el gobierno de Lenín
Moreno, a propósito del escándalo generado con la captura y posterior
liberación con prisión domiciliaria del expresidente de la República, Abdalá
Bucaram Ortiz.
Las reglas del juego
son sencillas: los jugadores esconden sus manos y tras el breve canto de Piedra, papel o tijera uno, dos y tres,
enseñan una de sus manos dando forma a una de las imágenes: puño (piedra), mano
abierta (papel) o dedos en forma de V (tijera). Cada uno de estos símbolos gana
al otro: piedra aplasta a tijera, tijera corta a papel y papel gana a piedra.
Una vez que alguien gana el ciclo puede repetirse infinitamente.
Este inocente juego
esconde un paralelismo con las estrategias que se desarrollan en el mundo
político. Los acontecimientos desatados en estos días a propósito de la
detención del ex Primer Mandatario revelan este símil lúdico. Se trata de crear
una imagen que momentáneamente desvíe la atención de la gente, con el fin de
que no perciban que algo pasa en otro lado, fuera de su ámbito de visión. Esto
se conoce en el ámbito de la ciencia política como Teoría de la Distracción.
Como en el juego, el
siguiente paso político se forja en secreto o con la mano escondida, para luego
revelar el arma de ataque y conseguir la victoria. Igual que en el juego, esta
victoria es tan temporal e inestable que debe volverse a desatar otro ataque
posiblemente cambiando la imagen empleada, muy parecido al “dos de tres” y
luego al “tres de cuatro” al que acuden los participantes en el juego para
seguir concursando y no verse derrotados. Sea como sea, siempre es un juego.
El Gobierno nacional
ha demostrado que su falta de habilidad en el área económica se compensa en el
plano político con la aplicación reiterativa de distractores. De allí que el
show del 12 de agosto haya empezado en plena madrugada, con la poco ética
transmisión en directo por Teleamazonas del ingreso policial a la residencia de
Abdalá Bucaram, su posterior traslado al recinto policial, el drama de un
supuesto ataque al corazón, su transportación hasta Quito y finalmente su
devolución a Guayaquil para el arresto domiciliario… todo en menos de 24 horas.
Piedra gana a tijera.
¿Qué escondió este
show armado bajo el discurso de la supuesta lucha contra la corrupción? Basta
revisar los acontecimientos de estos días para entender que la detención solo
fue un distractor.
Hecho
1:
El coronavirus no cede y sigue matando, lo que hace que crezcan las críticas
hacia la ausencia de políticas reales de parte del Gobierno, la pasividad del
Ministro de Salud, la negación de parte de sus autoridades de que la situación
está fuera de control y la poca intención de pagar los sueldos atrasados a los
médicos. Además, las cifras de muertos no cuadran, desatando un escándalo que
ni las fuentes internacionales lo pueden ocultar, como lo demuestra la nota de
la periodista rusa Inna Afinogenova, de Russia Today (1). Esto se complementa
con la crisis profunda en la que se encuentra sumida la seguridad social en el
país.
Hecho
2:
El débil Gobierno no logra implementar una acción de fuerza real que frene la
arremetida de la marea de pescadores chinos en el mar que linda con las aguas
territoriales. Su convocatoria a una acción internacional no tuvo eco y sus
reclamos al gobierno del país asiático causan tanta mella como el golpe de un
niño de seis años a un luchador de peso pesado.
Hecho
3:
Un día antes de la detención de Bucaram, tras varios meses de retraso y con la
aplicación de una metodología cuestionable, el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC) publicó las cifras de empleo, donde se observa con
pavor el crecimiento del desempleo: en apenas seis meses –entre diciembre de
2019 y junio de 2020- pasó de 3,8% a 13,3%. Esto quiere decir que el indicador
subió de 311.134 personas a 1.009.583 desempleados (2).
Hecho
4:
El manejo de la situación en los centros de rehabilitación social no para de
espantar. Casos de sicariato en su interior, motines, abandono… la lista es
larga y en las últimas dos semanas se ha manifestado con especial crudeza,
vinculado a casos de corrupción.
En ese contexto, un
Gobierno débil y cercado por varios temas no tiene más remedio que aplicar la
máxima de Nicolás Maquiavelo: “Aunque el
engaño sea detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable
y glorioso. El que vence a un enemigo por medio del engaño merece tantas
alabanzas como el que lo logra por la fuerza”.
¿En dónde es posible
verificar el resultado de esta estrategia? Pues en los medios de comunicación y
en las redes sociales. Más allá del cuestionado montaje del show para las
cámaras del “lindo canal”, aparentemente consiguió su propósito, como lo
grafican las portadas de los medios de mayor cobertura al día siguiente. La
nota principal de la portada de El Comercio del 13 de agosto decía: “El
expresidente Bucaram suma su tercer proceso penal”. Los otros temas de primera,
crisis de pandemia y cifras de desempleo, fueron suavizadas y eclipsadas por el
suceso del día. Tijera gana a papel.
Lo mismo pasó en El
Universo y La Hora. En el primer caso, su nota central está a tres cuartos de
página: “Policía entró a vivienda de Abdalá y lo apresó; además buscaba a su
hijo Jacobo”. Las demás notas quedaron literalmente aplastadas por el titular. En
el segundo caso sucedió algo parecido, con un titular de poco más de media
página que señala “Una dinastía manchada por el escándalo”, minimizando las
otras dos notas, una sobre los centros de rehabilitación y otra sobre el
covid-19 en Quito. El Súper lo puso en toda la portada diciendo: “Lo agarraron
en interiores. Abdalá a ‘cana’ otra vez”. En la misma línea El Extra puso “¡Guata
fuck!” y Últimas Noticias tituló su portada con “¡Qué locazo! Abadalá en
pindingas!”. Quizás la excepción fue Diario Expreso, que puso a la nota
“Bucaram afronta cargos por delincuencia organizada” como la segunda en
ubicación y sin foto, pero como la de mayor peso por el tamaño de la letra.
Una rápida revisión
de las portadas de los medios de comunicación aparecidas el viernes 14 de
agosto de 2020 muestra como el tema de Bucaram simplemente desapareció (Expreso,
La Hora, Súper, Extra, Últimas Noticias) ó quedó relegado como lateral y
secundario (El Comercio y El Universo). Esto permite apreciar que el efecto del
golpe mediático surtió efecto, distrajo a la gente de los temas críticos de su
cotidianidad y dio respiro al Gobierno. Papel gana a piedra.
El círculo de la
manipulación se cerró una vez más y se abrirá nuevamente al estilo “dos de
tres” colocando como arma mediática la espectacularización de los escándalos de
corrupción. Esto es lo más terrible porque al final termina devaluando
cualquier intento genuino de acabar con este mal estructural del Ecuador, pone
en duda la legitimidad del trabajo de la justicia y genera desconfianza en la
ciudadanía, algo crítico ahora que se avecina un proceso electoral presidencial.
¿Jugamos Jan-Ken-Pón?
Captura del
video de Teleamazonas, difundida en nota de El Comercio (https://www.elcomercio.com/actualidad/dalo-bucaram-reacciona-detencion-abdala.html)
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