Risa en la oscuridad o las añoranzas de un futuro posible
Por Carlos Villacís Nolivos
Pocos libros
revelan descaradamente en sus primeras líneas toda la historia y de manera tan
concreta, como la novela Risa en la oscuridad, de Vladimir Nabokov.
Es una especie
de spoiler literario, solo que este fue escrito muchos años antes de que
algunos aficionados de las películas ochenteras del siglo XX popularizaran este
anglicismo y este se volviera cotidiano en la segunda década del siglo XXI.
El texto escrito
en 1932, durante el exilio de su autor en Berlín, y publicada en 1938, dice así
en el primer párrafo de su primera página:
"Érase una
vez un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico,
respetable y feliz. Un día abandono a su mujer por una amante joven; amó, no
fue amado; y su vida acabó en un desastre".
Casi se diría que todo el relato bien podría terminar aquí y convertirse en un gran microcuento. Además, la trama descrita de manera concreta es una historia recurrente en los ámbitos chismograficos públicos y privados; no en balde, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en 2023 y en Ecuador se produjeron 23.556 divorcios. No hay detalle de la cantidad de rupturas de parejas derivadas de los triángulos amorosos, pero sin duda, esta debe ser una de sus razones principales. Como señala Nabokov en esta obra:
"(...) sabía muy bien que el adulterio es el elemento básico del comadreo,
de la poesía romántica, de las anécdotas divertidas y de las óperas
famosas" (página 60).
Pese a todo lo dicho hasta aquí, la maestría de Nabokov hizo que las restantes 232 páginas de
la edición de Anagrama serie Compactos (2001) construyan un relato apasionante
de una vida tan común y sencilla como la del personaje Albinus. No pretendo
spoilearles la historia ni privarles de leer este apasionante texto, pero todo
el relato intenta desenmarañar lo que pasa en el corazón de un hombre cuando es
atrapado por una rutina sentimental de la que no puede escapar, o mejor dicho,
de la que solo puede escapar poniendo en riesgo su vida. Así es, Risa en
oscuridad constituye una obra centrada en hurgar en los sueños y expectativas
eróticas y sentimentales de un hombre común que mira cómo pasan los años por su
cuerpo y su alma sin experimentar lo que algunos atrevidos llaman felicidad.
Con el paso del
tiempo, Albinus logró amasar cierta fortuna económica y convertirse en un imán para
mujeres bellas que buscan salir de su precariedad económica a toda costa. Esto
le puede pasar a cualquiera, sobre todo cuando la añoranza de la belleza física
acariciada y poseída se convierte en una prioridad real o imaginada, consciente
o inconsciente. ¿A cuantos hombres nos ha pasado? No levanten la mano todos a
la vez. Además, estoy seguro que esto acontece también a muchas mujeres,
destinadas por elección propia a estar con una pareja con la que lo único que
comparten son rutinas agotadoras, extenueantes y tremendamente aplastantes.
Los personajes
alrededor de los cuales gira la vida de Albinus son sencillos: Elisabeth, Paul,
Margot, Otto... Personas comunes cuyos dramas, sueños y expectativas se
entrecruzan construyendo un sentido que solo puede entenderse al leerlos
juntos. Solos y separados son simples cuerpos que buscan desesperadamente un
presente y un futuro, un sentido hacia donde caminar. Juntos se vuelven parte
de una trama mayor con fines alternativos y posibles, aunque no necesariamente
felices. Al fin y al cabo, somos simples seres humanos.
Risa en la
oscuridad retrata la desesperada búsqueda de un sentido en medio de tanto sin
sentido cotidiano. Por ello, superado el primer párrafo del libro solo queda volverse en
un espectador anónimo que busca ser simplemente protagonista de su vida,
reclamado un lugar en su espacio y en este tiempo. La obra de Nabokov,
sencillamente, puso algunos dinamitazos en mi cabeza, los cuales aún retumban
en este resistente corazón.
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