Estado y Municipio encarcelan a un árbol
Por: Carlos Villacís Nolivos
El vegetal lideraba una banda de plantas consumidoras de fotosíntesis. Ahora guarda prisión en una celda pública de alta seguridad construida especialmente para ella en la intersección de las calles García Moreno y Bolívar.
¿Puede la complicidad
entre el Ministerio del Interior y el Municipio de la ciudad encarcelar a un
árbol? Al menos eso es una realidad en Quito. Cual traje de prisionero, el
macetero color ladrillo recubre las raíces de un pequeño árbol que –no puedo
dejar de pensar en ello- debió haber cometido un terrible crimen contra
alguien, contra el Estado, contra la vida.
¿Qué delito pudo haber
cometido esta planta como para merecer guardar prisión en plena calle, expuesto
de tal forma que su mayor castigo es recibir el escarnio público y las
miradas colectivas que solo le transmiten una mezcla de pena y desprecio?
Al mirar sus hojas
verdes, delgadas y extrañas pero arremolinadas en la parte superior de su tallo -quizá lo único que sigue libre de él-, surgen más y más
interrogantes. ¿Asesinó a otras plantas mientras éstas apenas crecían? ¿Las
atacó mientras recibían el baño del escaso sol invernal en Quito con afiladas
espinas de rosales? ¿Fue un ataque colectivo que realizó esta planta en contra
de las personas que pasaban por la recientemente peatonalizada calle García
Moreno, producido por la euforia que le provocó una dosis extrema de
fotosíntesis?
Este arbolito debe ser
un terrorista, no me cabe la duda, pues no pudo haberse equivocado el Ministerio
del Interior que demostró de esta manera que sí tiene mano dura, sobre todo
ahora que está a punto de desaparecer para convertirse en Ministerio del
Gobierno, como se llamaba antes de 2007, y para hacer lo mismo que hace ahora,
pero con otro nombre. La planta debe ser,
seguramente, cabecilla de una célula vegeto-terrorista.
La celda de la planta está
junto a las alcantarillas, con el adorno de la basura que parece acumularse cada nuevo día de
su triste sentencia, como ya es normal en Quito, donde las leyendas cuentan que antes
sí se recogía la basura. ¿Será esta la octava cruz de la calle García Moreno?
Unas pocas cuadras más
al norte, en la misma calle García Moreno pero en la intersección con la Mejía, un par de árboles de la misma especie disfrutan de las gotas de lluvia
que caen y de su trabajo: ser custodios del paso por esa vía, evitando que los
vehículos de los quiteños transgredan dichos límites. Pobres plantas, tal vez
desconocen que es posible que la justicia las alcance, nadie está libre de que
eso pase el día menos pensado.
El hecho
La planta encarcelada se encuentra en el límite peatonalizado de la Calle García Moreno, en la transacción con la calle Simón Bolívar.
Rastreo urgente
¿Alguien podrá ilustrarnos qué especie de árbol es el que está encarcelado?
Preguntas
que exigen respuesta
·
¿Podrá concederse el Habeas Corpus a
este árbol?
El
contexto
La primera fase de peatonalización de la Calle
García Moreno comprende cuatro cuadras (400 metros), entre las calles Mejía y
Bolívar. La segunda fase busca ampliar 300 metros más.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito, por el
tramo ahora peatonalizado de la García Moreno circulaban cada día un promedio
de 6.000 vehículos.
El Municipio de Quito trabaja en la peatonalización
de otras vías del centro histórico:
·
Calle García Moreno, entre Morales y
Rocafuerte.
·
Paseo La Merced: calle Chile, entre Benalcázar
e Imbabura.
·
Paseo La Guaragua: calle Galápagos,
entre Guayaquil y Vargas.
Espacio
retro
La peatonalización del
centro histórico de Quito fue planteada por la anterior administración de
Augusto Barrera, pero no se pudo concretar por la oposición de los sectores
comerciales del centro histórico y de la ofensiva mediática en contra de esta
propuesta.
Seis años después, bajo
la administración de Mauricio Rodas, la idea se ha impuesto mediante trabajos
paulatinos y con poca oposición mediática, aunque sí con las quejas de los
comerciantes del sector.
Durante las
administraciones de Paco Moncayo y Augusto Barrera se implementó la
peatonalización de todo el centro histórico exclusivamente los días domingo,
coincidente con el Ciclopaseo y con jornadas culturales en plazas, calles y
plazas de la zona.
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