¿Somos el país del NadieSeCansa?
Carlos Villacís Nolivos / Kitósfera
Este martes 03
de julio se cumplieron exactamente cien días desde que empezó el drama de los narco-secuestros
en la zona fronteriza y el país recibió una terrible noticia, que se constituye
en un nuevo golpe en contra de la moral de un país confundido. Los rumores
virtuales basados en las noticias provenientes de Colombia y replicadas como un
eco por las autoridades de seguridad ecuatorianas, señalan que dos cadáveres
fueron encontrados en la zona fronteriza de Tumaco, del lado colombiano.
Con la frialdad
que caracteriza a las redes sociales a la hora de dar a conocer una noticia, se
señala que extraoficialmente pudieran ser los cuerpos sin vida de Óscar
Villacís y Katty Velasco, la pareja de ecuatorianos desaparecida en la zona
fronteriza el pasado 11 de abril, presuntamente secuestrados por la agrupación
del narcotraficante alias ‘Guacho’, la misma
organización que secuestró el 26 de marzo y asesinó a los trabajadores de la comunicación
de diario El Comercio, Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, cuyos cuerpos
recién pudieron descansar en tierra ecuatoriana desde hace pocos días.
Son cien días de
una mezcla de miedo y esperanza, y son 79 días desde que el presidente de la
República, Lenín Moreno, señaló diez días de plazo a alias ‘Guacho’ para que
se entregue o se atenga las consecuencias. Han pasado 69 días más del plazo
vencido -sean días hábiles u ordinarios- y parece que todo quedó
en una amenaza confusa y sin piso, nadie se ha entregado y parece que nadie
hace nada para que eso suceda.
Lo que más
duele es el silencio de la sociedad ecuatoriana, empezando por su Gobierno y
terminando por la ciudadanía. Como periodista y comunicador me uní a la gran
marea de gente que en las plazas y en las redes sociales, en las calles y en
cuanta plataforma se abriera gritó a los cuatro vientos: “Nadie se cansa”, “Si
callamos los olvidamos”, “Nos faltan tres” … Hoy, cien días después, el mismo país
que gritó esas consignas prefiere apertrecharse tras las televisiones que tienen
Direct TV para mirar con un drama mayor como quedó fuera del Mundial la
selección del hermano país en donde se originó el conflicto que ha matado a Paúl,
Javier y Efraín, a los soldados que sufrieron ataques por esos días y -aún
tengo esperanza que no- posiblemente Oscar y Katty.
La voz de
Yadira Aguagallo, la pareja del valioso fotógrafo asesinado, puso su dolor ante
la noticia de este día en su cuenta de Twitter y parecía una voz en solitario. “Qué dolor! Cuando se grita NO repetición y las cosas vuelven a pasar.
Qué impotencia! Cuando parece que estamos en una pesadilla interminable. Hoy
más que nunca por #JavierPaúlyEfraín por #OscaryKatty Memoria, Verdad y Justicia #NoALaImpunidad”,
escribió Katty. ¿Y los demás ecuatorianos? ¿Seremos capaces de cargar en
nuestra conciencia con el brutal silencio con el que acompañó a los familiares
de la pareja de secuestrados?
A la hora que
escribo esta columna, casi medianoche del 03 de julio, la tendencia en Twitter
pone a dos noticias disputándose el primer lugar: la orden de prisión en contra
del expresidente Correa y la eliminación de Colombia del Mundial de Rusia. En
el top ten de tendencias no asoma
nada de Oscar y Katty, nada de NosFaltan3, nada de No a la impunidad ni nada que
tenga que ver con el secuestro o el drama de la noticia que provino de
Colombia.
Recorro el
Facebook y entre la amplia variedad de temas encuentro a los usuarios políticos
discutiendo sobre lo de Correa o el ingreso del cuadro de la expresidenta Rosalía
Arteaga al Salón de los ¨Presidentes en el Palacio de Carondelet, mientras los
futboleros elucubran sobre la posibilidad de que Latinoamérica ponga al próximo
campeón del Mundial de Fútbol. Hago un breve recorrido por los muros de
editorialistas y periodistas de muchos medios y pocos hablan del secuestro de
Oscar y Katty.
¿Será que el Ecuador
ya se cansó? ¿El No a la impunidad dura mientras muere un cercano pero no
cuenta cuando es alguien que no conocemos? Hasta hace pocos días mi respuesta
hubiera sido que no, no es así, que los ecuatorianos llevamos la solidaridad
radical en nuestro ADN. Desde el 26 de marzo, los periodistas nos sentimos conmovidos
por la muerte de los colegas. Fui compañero de trabajo con Paúl y Efraín, a Javier
no lo conocí, pero su muerte dolió hasta el extremo. Y cuando ocurrió lo de
Oscar y Katty -quienes no tuvieron el mismo acompañamiento mediático- me resistía
a creer que dicha solidaridad era parte de un drama con fecha de caducidad.
Este 3 de julio
me di cuenta que olvidamos rápido nuestra solidaridad y añoramos volver pronto
a nuestra zona de confort. ¿Este es nuestro Ecuador solidario? Por favor, que #NadieSeCansa
sea mucho más que una consigna y que nunca más nos vuelvan a faltar tres, cinco
o más… ¿podremos despertar a tiempo?
Ahora es por
Oscar y Katty… ¡NadieSeCansa!
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