CRÓNICAS DE CORONA / Día nueve en aislamiento: El tiempo es… ¿es?
Ya es rutina. Apenas abre
los ojos y luego del beso matutino, mi esposa Alex hace la misma pregunta desde
la semana pasada: ¿qué día es hoy? Al principio llevaba la cuenta sin
problemas, pero conforme pasan los días comienzo a dar respuestas con algo de
duda. Ahora, para contestar, necesito la ayuda del celular o de la computadora.
La respuesta tarda pero llega. Creo que estamos empezando a perder nociones
elementales de orientación en el tiempo.
Pero también las percepciones
de las interrelaciones están en proceso de transformación. La soledad comienza
a adquirir otra perspectiva y se torna en posible. De broma en broma, comienzan
a aparecer los memes de lo que la gente hace mientras está en este aislamiento,
unos pidiendo a gritos hablar con un Testigo de Jehová, otros poniendo
canciones nostálgicas a las licorerías y no faltan quienes ven los dramas de
las novelas colocados en sus vidas cotidianas. Aquí un texto que alguien me
hizo llegar al whatsapp este día:
“Yo
lo único que digo es que debemos tomarnos la cuarentena con calma, hay gente
que se está volviendo realmente loca al estar encerrada. Justo se lo
estaba comentando hace un rato al microondas y la tostadora mientras me tomaba
el café, y los tres estábamos de acuerdo. A la lavadora ya no le cuento nada
porque a todo le da vueltas. Y al refrigerador lo noto distante y frío”.
Fuente: Memes extraídos de las redes sociales.
En medio de esta
soledad forzada, a veces acompañada, pero soledad al fin, muchos han encontrado
el momento propicio para redescubrir a los clásicos de la filosofía y actualizar
sus reflexiones interpretando el momento actual. Como este texto extraído de un
muro de Facebook:
¿Qué dirían los filósofos sobre
estos tiempos del Coronavirus?
PLATÓN
¡Quédate
en la cueva, maldita sea!
FRIEDRICH
NIETZCHE
Quédate
en casa, no importa lo difícil que sea soportar tu propia presencia.
RENÉ
DESCARTES
Habito,
ergo sum.
HEGEL
Tesis:
quedarse en casa;
Antítesis:
quedarse en casa;
Síntesis:
quedarse en casa.
HERÁCLITO
No
se contrae el mismo virus dos veces, la segunda vez el virus y tú ya son otros.
JEAN
JACQUES ROUSSEAU
El
hombre es bueno por naturaleza, pero el virus lo corrompe.
ARISTÓTELES
El
virus sólo cumple su papel en el cosmos infectando cuerpos.
SAN
AGUSTÍN
La
medida del amor es amar a lo lejos.
SAN
FRANCISCO DE ASSIS
Donde
hay un virus, déjame tomar alcohol en gel.
PROTÁGORAS
El
virus es la medida de todas las cosas.
HANNAH
ARENDT
Para
el virus, matar es una tarea banal y cotidiana.
IMMANUEL
KANT
Dos
cosas llenan mi alma de creciente admiración y respeto, cuanto más intenso y a
menudo el pensamiento de ellas se ocupa: el cielo estrellado afuera y yo aquí
adentro.
SIGMUND
FREUD
El
virus da un flujo completo a sus impulsos reproductivos porque no es reprimido
sexualmente, en la infancia, por la civilización.
LUDWIG
WITTGENSTEIN
Lo
que no se puede contraer, no se puede transmitir.
JACQUES
DERRIDA
El
objetivo de cada virus debe ser deconstruir el cuerpo infectado.
ZYGMUNT
BAUMAN
La
mayor evidencia de la sociedad líquida es su dependencia del alcohol.
VILÉM
FLUSSER
El
ADN del virus no puede ser decodificado porque la escritura ha terminado.
MICHEL
FOUCAULT
Estos
métodos que permiten un control exhaustivo de las operaciones del cuerpo son lo
que podemos llamar virus.
WALTER
BENJAMIN
La
excesiva y desenfrenada reproducibilidad del virus lleva a la pérdida de su
aura de santidad.
SIMONE
DE BEAUVOIR
No
naces infectado, te infectas.
JEAN
PAUL SARTRE
No
hay nada que rectificar, el infierno son los otros.
KARL
MARX
Trabajadores
del mundo, sepárense.
CRISTO
Amaos
los unos a los otros manteniéndoos alejados.
JUDITH
BUTLER
El
hecho de que esta lista esté compuesta por el 95% de los hombres revela cómo la
historia de la humanidad es la historia de la dominación patriarcal. Los
hombres son el verdadero virus.
Volviendo al
plano terrenal, este aislamiento de tipo corona hace que incluso haya personas,
como yo, que se animan a grabar videos de lo que pasa, resaltando la manera
como la naturaleza va recuperando su espacio de manera resiliente aprovechando
la retirada temporal del depredador ser humano a sus domicilios. Hay más
pájaros en mi ventana y el aire de la ciudad se siente más puro, cuando logro
percibirlo desde mi enclaustramiento.
La tarde llega
más despacio que de costumbre y la noche entra de forma pausada y serena a
instalarse entre nuestras vidas mientras cuida nuestros sueños, en uno de los
cuales seguramente mi esposa y yo tendremos una claridad absoluta del día en el
que estamos y saldremos a nuestras actividades, con la seguridad de que más
tarde, conforme caminen las horas y los minutos, nos encontraremos otra vez completando
nuevamente el ciclo de nuestras soledades compartidas… La palabra de este día
es paciencia.
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